Sofía, la mujer que lucha con 25 kilos de armadura como en la Edad Media
La marplatense de 26 años es la Capitana del club Dragones Atlánticos y es campeona de tres categorías. "Tengo una relación romántica con el combate medieval", dice.
De chica nunca había hecho deporte pero hoy, Sofía Giampietro, es la capitana del club Dragones Atlánticos de Mar del Plata y se convirtió en la campeona de 3 categorías: ProFight femenino, Espada y Escudo, y Espada Larga. Desde hace 7 años practica combate medieval y asegura que le cambió la vida. Describe a esta disciplina como lo más cercano al amor ya que la potenció y le demostró que puede hacer mucho más de lo que ella creía. Con tan sólo 26 años integra el seleccionado nacional femenino.
El deporte de combate medieval recrea las legendarias luchas cuerpo a cuerpo de la Edad Media. En aquel entonces, las peleas tenían un sentido muy concreto: la disputa de la tierra, la religión y la vida misma. Sin embargo, hoy en día, esto se practica como un deporte que consiste en recrear las batallas medievales históricas, donde los jugadores poseen armaduras que son réplicas exactas de ese período, armas que no tienen filo ni punta y si bien no viven el verdadero peligro de aquellas guerras, experimentan una adrenalina muy similar al combatir por puntos o por derribos.
-¿Cómo llegó este deporte a tu vida?
-Hace 7 años me enteré que existía por redes sociales. Cuando un amigo compartió una publicación, le pregunté de qué se trataba, me explicó un poco y me invitó a probarlo. Desde ese día que arranqué, no frené nunca más. Me gustó desde un montón de aspectos. No sólo es un deporte de contacto sino que tiene todo el folklore medieval, tiene ese plus histórico que lo hace único. Encima yo soy escenógrafa recibida en Malharro, Escuela de Artes Visuales y me atrapó muchísimo toda la escenografía que acompaña el deporte. En cada torneo, se realiza una feria histórica en el mercado de artesanos y los productos que venden intentan representar mercancías de la época medieval. Es muy interesante y por eso, me encantó desde el día uno.
-¿No te da miedo lastimarte?
-En todos los deportes corrés el riesgo de lastimarte pero nosotros estamos muy bien protegidos con la armadura. Lo único que puede pasar es que se te corra alguna protección. Una vez, compitiendo en Roma, me pegaron en el cuello y me desmayé. Son cosas que pueden pasar pero por eso entrenamos tanto.
-¿Cuánto entrenas?
-Entrenamos tres veces por semana 2 horas al día. Por un lado, tenemos entrenamiento físico y por el otro, de técnica. La parte física es un funcional adaptado al combate medieval y después practicamos técnicas propias de esgrima en todas sus categorías, fusionado con Vale Todo y complementamos con técnicas propias del combate medieval que son únicas. Por ejemplo, aprendemos cómo atacar y defender pero también hasta cómo caer al piso para no lastimarnos. Y algo muy importante a tener en cuenta es que hay que ser estratégico, muchas veces aplicar buenas tácticas es más importante que la fuerza corporal. Esto yo lo complemento con crossfit porque estar bien entrenada, me permite respirar mejor, lo que hace que mi cerebro esté más atento, mi cuerpo responda más rápido y puedo leer a mi oponente tranquila para atacar.
-¿Cómo está compuesta la armadura?
-La armadura se compone de una pechera, en los brazos ponemos hombreras, bíceps, coderas y brazales. En las manos llevamos guantes. En las piernas nos ponemos musleras, rodilleras y grebas. En los pies van sabatones. Y en la cabeza, nos ponemos el yelmo (casco) con el aventail, que es el manto protector del cuello y nuca. Y la armadura se completa con el arma que dependerá de la categoría en la que estés compitiendo, puede ser una espada o un hacha y siempre sin filo. También complementamos con el escudo (que varía según el tipo de espada). Los trajes de armadura siempre son hechos a medida y pueden pesar más de 25 kilos. Cada uno es diferente según el período histórico, es decir, no es lo mismo una armadura de Italia 1200 que de Alemania 1400. Hay herreros que les gusta mucho este deporte y adaptaron todos estos conocimientos para poder realizarnos las armaduras.
-¿Qué cambió en vos desde que comenzaste a practicar este deporte?
-Lo más importante es que me enseñó a tener disciplina. Esto se convirtió en la base de mi vida, porque lo apliqué en otros aspectos de mi rutina y noté un cambio enorme. Aprendí que con disciplina, podés lograr lo que vos quieras. Además, este deporte me demostró que puedo hacer mucho más de lo que creo. Me motivó a hacer otras cosas.
-¿Cómo describirías vos tu conexión con el deporte?
-Tengo una relación romántica con el combate medieval. Siento que realmente estoy enamorada. Me gusta, me importa y no lo quiero perder. Es lo más cercano al amor por eso lo describo así. Arranca como un hobbie pero después transciende todo, va mucho más allá. Cuesta un montón llevarlo a cabo pero no me quiero alejar de esto.
-¿Te ves practicando este deporte de grande?
-Obvio que sí. Hay un señor de Buenos Aires con más de 60 años que compite. Yo me veo toda la vida haciendo esto que me apasiona.
-¿A qué te dedicás?
-Me encantaría dedicarme de lleno al combate pero este es un deporte amateur y no hay marcas que nos apoyen, es totalmente autogestivo. Así que trabajo en un local para poder vivir. Igualmente, como este es un deporte que requiere de mucha inversión en armaduras, entrenamientos y, algunos viajes para competir, realizamos eventos para recaudar fondos para costear esos viajes de la selección o alquilar los lugares donde entrenamos.
-¿Cuál es el rol que ocupa hoy la mujer en este deporte cuerpo a cuerpo que históricamente fue relegado a los hombres?
-Tenemos que agradecerle a Andy Di Francesco, una luchadora argentina, que nos abrió el camino a todas las mujeres porque fue quien logró llegar a un comité mundial de capitanes en Rusia y, para 2014, las federaciones internacionales comenzaron a regular el combate femenino. Las mujeres quedábamos afuera de este deporte por la cultura machista que no lo permitía creyendo que las mujeres no estábamos en condiciones de igualdad para pelear. Pero, finalmente, cuando arrancamos a competir, pudimos demostrar que hay exponentes femeninas a nivel internacional que pueden dar vuelta a un hombre 5 veces tranquilamente. Hubo un gran crecimiento de la disciplina en los últimos años y sin dudas, somos el país de Latinoamérica con más equipos femeninos.
-¿Qué te gustaría transmitirle a la gente?
-Que si escuchan de algún evento, se acerquen a observarlo sin preconceptos y ahí van a entender bien de qué se trata este deporte. Y cuando lo entiendan van a ver lo complejo que es y que no solo aporta salud en lo deportivo sino que tiene un extra que se relaciona con los sentimientos, con la parte interna de cada uno de nosotros. También contarles que somos 4 marplatenses quienes integramos el seleccionado nacional y competimos a nivel internacional. En junio se iba a disputar el mundial en Rumania, pero se suspendió por la guerra en Ucrania. Por eso, sería de gran ayuda que pueden seguirnos en redes sociales para enterarse cuando hacemos eventos para recaudar fondos y sentirse parte al apoyarnos de alguna manera.
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