Mitos y verdades sobre el contagio de enfermedades sexuales

Las ITS (infecciones por transmisión sexual) registraron más de un millón de contagios en el mundo. ¿Cuánto de lo que creemos es cierto acerca de los peligros en las relaciones?

Definiciones falsas que tenés que sacar de tu mente.

Por Redacción Ver Para Saber

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20 de Septiembre de 2024 09:42

Los datos son alarmantes, pese a la cantidad y el frío análisis estadístico, porque se trata de personas que se enferman. Y muchas veces con cuadros graves. Sin embargo, en un mundo de placer como es del sexo, alertar de más puede ser contraproducente. Los cuidados están bien estipulados desde el respeto, el consentimiento y la educación sexual. Por eso, en Ver para Saber te proponemos derribar mitos que no suman.

1) El aspecto saludable garantiza que una persona no tiene una ITS

FALSO. En muchos casos, el contagiado no manifiesta síntomas. Por eso lo que el cuerpo muestra hacia afuera no se relaciona con el caso, que puede ser asintomático. Puede, incluso, no saber que está infectada de Sífilis, gonorrea, clamidiosis, tricomoniasis, hepatitis B, VIH o HPV.

2) Se puede contraer una infección solo si hay penetración

FALSO. El roce y el tocamiento de los genitales son suficientes aunque no haya penetración anal o vaginal. También hay que considerar que a través del sexo oral pueden transmitirse clamidia, gonorrea, sífilis, HPV o VIH.

3) No hay que tener relaciones sexuales con personas que tienen VIH

FALSO. El sexo es seguro si el preservativo se utiliza bien. Si el virus está totalmente suprimido por haber accedido al tratamiento o es indetectable por más de 6 meses, también es seguro.

4) No se puede tener dos infecciones de transmisión sexual al mismo tiempo

FALSO. Se conoce como “coinfección”. Si no se trata correctamente la primera infección, el sistema inmune puede debilitarse y hay menos capacidad de hacer frente a la exposición a otros patógenos.

5) Los lubricantes personales no deben usarse junto con los preservativos

FALSO. Reducen la probabilidad de que el preservativo se rompa, resbale o se deslice y se salga.