Repatriar un cuerpo: cómo es y cuánto cuesta
Se trata de uno de los procesos más complicados de hacer. Qué trámites conlleva y cómo se realizan.
Consulados, trámites y mucho papelerío.
Cuando un extranjero muere fuera de su país sus familiares no solo tienen que transitar el duelo sino que suman otro problema: repatriar un cuerpo es una verdadera pesadilla burocrática y financiera, y Argentina no es la excepción.
Primero, necesitás contactar al consulado argentino en el país donde ocurrió el fallecimiento. Ahí empieza baile: certificado de defunción, permiso de traslado internacional, certificado de embalsamamiento...todo traducido, legalizado y apostillado en el Tribunal Internacional de La Haya.
Después tenés que coordinar con una funeraria en ese país y una en Argentina. El cuerpo tiene que estar embalsamado, en un ataúd especial y hermético para cumplir con las normativas internacionales. Ahí se dispara el costo, entre 5.000 y 10.000 dólares. No, ni preguntes. Los consulados argentinos no ponen un peso.
El trámite puede tardar de 7 a 15 días dependiendo de la velocidad (o lentitud) de las autoridades del país extranjero y la disponibilidad de vuelos que ofrezcan el transporte de restos humanos, no todas las aerolíneas lo tienen.
¿Una alternativa más simple y económica? Si, la cremación. El proceso es mucho menos complejo y más accesible económicamente pero tiene sus vueltas.
Repatriar un cuerpo es un acto de amor, pero también uno de los más costosos y difíciles que existen.
¿Viste? Ahora lo sabés.
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