Un hijo se rompió el cráneo, quedaron en la calle y ahora viven en una casa rodante
La historia de Carolina es impactante: de un hogar donde sufría violencia de género a dormir en la vereda con sus hijos tras el traumatismo de cráneo de uno de ellos.
Conocé el caso de Carolina y su historia de superación.
La vida le presentó desafíos tan exigentes como su coraje para afrontarlos. De alguna manera, Carolina sorteó los increíbles obstáculos que atravesaron su camino y sigue. Por sus cinco hijos. Y por su amor propio. Ver para Saber dialogó sobre su pasado, su presente con nueva vida y los proyectos que al fin puede pensar, a futuro.
En casa la situación era un infierno que la encerraba entre las llamas sigilosamente. "Sufría violencia de género y maltrato de mi pareja. No me daba cuenta, pensaba que era normal hasta pedir permiso para ir al baño. No me podía higienizar, peinar, maquillar", le relata a Ver para Saber. Es un relato crudo que se contrapone con su voz. Ella es paciente, pausada. Curte la experiencia y la confianza del poder que otorga saber que se puede superar lo que sea.
"La calle no es para cualquiera", afirma. Pero deja marcas indelebles. "¿Cómo le explicás a los chicos que hay que dormir en la vereda? Mil veces no tenés para darles de comer. Es horrible y te largás a llorar", cuenta, sin un gesto de debilidad en su rostro, Carolina. Tiene cinco hijos y uno de ellos sufrió un traumatismo de cráneo. Un dolor para la familia que tuvo que reestablecerse.
Cada conquista es celebrada con la misma fuerza que el sacrificio demandó. Consiguieron una casa rodante y no dudaron: sería el hogar de Carolina y sus cinco hijos. Es el hogar de la familia.
La estigmatización que enfrentó Carolina, es similar a la que sufren sus hijos. "En el colegio hay mucha discriminación, mucho racismo. Comparan entre los chicos las zapatillas o esas cosas. A veces no incluyen a mis hijos". Pero siempre hay esperanzas de que se multipliquen los actos solidarios. "En la calle hay gente que te ayuda. Por ejemplo, un periodista de A24 me ha dado una mano económicamente. Y sobre todo abrazos o palabras de aliento".
Carolina sueña con ser boxeadora. Sueña con dejar atrás algunos problemas definitivamente, sueña con la mejor vida posible para sus hijos, sueña con sus sueños y por fin ir por ellos. Sueña y se emociona. Aunque sólo suceda en el final de una nota. O al final del día, en la noche sola. La sensibilidad la comparte con pocos. La fuerza la moviliza contra todo lo que se le oponga.
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