Ana Rosenfeld: “Me ven luminosa pero estoy rota por dentro"
La reconocida abogada habló con 0223 en exclusiva para contar cómo atraviesa el duelo tras la muerte de su compañero de vida.
Ana Rosenfeld lleva casi 50 años de oficio en su profesión. Su pasión, su soltura, sus casos resonantes y su lenguaje coloquial para explicarlos fue lo que la convirtió en la abogada más mediática del país. Conoce cada rincón de Tribunales al igual que cada estudio de televisión. Una vida dedicada a divorciar mujeres pero fiel defensora del amor. Una mujer que, hoy, asegura ser luminosa por fuera y estar rota por dentro. Ana habló con 0223 en exclusiva para contar cómo atraviesa el duelo tras la muerte de Marcelo Frydlewski, su compañero de vida.
-¿Qué crees que fue lo que te convirtió en la abogada más mediática de la Argentina?
-Varias cosas. Primero siempre le hablé muy claro a la gente. Vos sabes que cuando vas un médico, queremos que nos hablen claro pero hablan difícil y encima tiene una letra ilegible. Creo que los abogados también hacen algo parecido y no hay que hablarle difícil al cliente. Hay que tener un lenguaje coloquial porque la persona tiene un problema y no todo el mundo entiende ese lenguaje. La gente quiere que le hablen claro, con un lenguaje claro de entender e interpretar. Esa fue mi habilidad, hablarle claro a la gente para que puedan escuchar sus derechos y entenderlos fácilmente y, en función de eso, los reclamen. Llevo casi 50 años de abogada, de haber caminado Tribunales nacionales, extranjeros, provinciales. La gente me escucha por mi experiencia, por lo que digo y cómo lo digo pero también por como me visto. A la gente le gusta ver lo que me pongo, les divierte verme la ropa, mi sonrisa frente a la cámara, los videos que hacíamos en redes con Marcelo, todo eso tiene un valor agregado. La tele tiene que tener un poco de todo ese show. De hecho las redes las abrí para para mostrarle a las personas otra faceta mía porque cada vez que aparecía en la tele hablaba más seriamente y yo soy mucho más divertida. Mi Instagram lo tengo solo por diversión, no lo uso para hacer publicidad.
-¿Y cuál fue el caso que te catapultó?
-Fueron muchos casos. Sin embargo, una vez una vez me puse a hablar con una productora muy amorosa sobre los maridos que esconden la plata y los divorcios. Se enteró que yo tenía el caso de Roberto Pettinato y eso hizo que estallara el tema y terminé en una tapa de una revista. Esa fue la primera etapa con un tema resonante como era el divorcio de Petinatto con el título “El terror de los maridos infieles”.
-¿Los maridos te tienen terror?
-Yo digo que me tienen respeto. La palabra terror no me gusta, de hecho, ni siquiera miro películas de terror. Pero en este caso, el terror encierra otra cosas cono el hecho de poder ser descubierto luego de haber sido infiel o esconder dinero en alguna cuenta bancaria. Los hombres esconden por naturaleza. Yo creo que ellos piensan que si le dan a la mujer lo que le corresponde que, en general, es la mitad de lo que hicieron juntos, piensan que se quedan sin el poder económico. Y la dicen que la billetera mata galán. Generalmente quienes llegan a mi estudio jurídico son las mujeres que saben que les corresponde una parte que los maridos esconden. Yo no es que ando investigando dónde tienen la plata pero la mujer siempre tiene un indicio, algún dato, una pauta y, a partir de eso, podemos empezar a trabajar.
-¿Cuál fue el caso más bizarro que recordás?
-Hace 20 años tuve un caso de un matrimonio de muchísimos años que se habían divorciado, no tenían hijos pero tenían un perro, y tuvimos que establecer un régimen de visitas para el perro. Ellos querían tener muy claro qué día lo tenía cada uno y qué día le tocaba al otro. Hoy es mucho más común pero yo fui la primera con un caso así.
-Te suspendieron la matrícula durante un año…¿Qué cambio en tu vida laboral?
-Sí, es algo que yo acaté pero porque relacionaron que mi renuncia a ser abogada de Juan Darthes implicaba que se presuponía la culpabilidad y no es así. Yo simplemente dije que no podía seguir siendo su abogada porque no condecía con mis principios así que dije no voy a ser su abogada. Y durante un año no trabajé en Capital Federal pero en provincia sí pude hacerlo. Yo sigo trabajando en el exterior, sigo asesorando pero lo que me hizo dar cuenta es que hay una justicia machista. A alguien le debió haber molestado otra cosa porque yo en ese momento no era su abogada ni conocía el caso todavía.
-¿Crees que puede molestar que le cuentes sus derechos a la gente por TV?
-Sí, claro. Super molesta que yo le cuente a la gente cuáles son sus derechos. La mujer que los tiene que ejercer te mira atenta porque saben que es muy importante y ese es el puntapié inicial para consultar a su abogado pero, del otro lado, hay otra persona que no quiere que ella se entere de cuáles son sus derechos entonces molesta mucho. De hecho, cuando estaba por salir a la venta mi primer libro, recibimos un llamado en mi estudio jurídico de la secretaria de un poderosísimo empresario. Ella llamaba porque su jefe le había pedido que le consiguiera el libro antes de que se publicara porque él se estaba por divorciar y quería saber qué es lo que no tenía que mostrar (risas). Y en el libro hay algo muy importante que es la explicación de cómo prepararse para ser una futura ex y por eso me tienen en la mira. Yo siento que cumplo una función social.
-¿Cuánto colaboran los medios a la hora de generar clientes?
-La gente tiene la imaginación de que uno es más consultado porque aparece en los medios pero hay millones de abogados, todos muy buenos y una no puede tomar todos los casos por los que soy consultada. Obviamente trato, dentro de mis posibilidades, de asesorar y sé que me tienen en cuenta pero no es que acaparo más trabajo por estar en la televisión. De hecho, estar en la tele lleva tiempo. Además, quiero aclarar que a los abogados no hay que tomarlos por la tele sino que hay que tomarlos por el caso particular, por si tenes feeling, por si interpretas bien sus derechos y por si ellos sienten que los vas a saber defender.
-¿Cómo es tu nueva vida sin Marcelo, tu compañero de vida?
-El duelo lo sigo transitando todo el tiempo porque la palabra duelo viene doliente, por el dolor de haber sufrido una gran pérdida y, a eso súmale, que a esta edad es imposible de reemplazar. Yo resisto a un archivo porque desde lo que pasó no me imagino al lado de otro hombre. Marcelo fue realmente el amor de mi vida, fue la persona con la que compartí los años más importante de mi vida y con quien tuve a mis dos hermosas hijas. Tengo cuatro nietos y Marcelo cuando conoció solo a tres de ellos. Por eso, hay uno que en honor a él lleva su nombre. Yo estoy por fuera de una manera y por dentro de otra. Por fuera estoy luminosa pero estoy rota por dentro. A veces, la gente me pregunta cómo hice para salir tan rápido y no es que yo salí rápido sino que había dos opciones: salía al mundo exterior y me volvías a ver o me encerraba. Si me encerraba, no salía más. Si te quedas en tu casa en pijama, te vas achanchando y es peor. Yo sabía que mi vida no había terminado y también pensé que a Marcelo le gustaría verme encerrada. Sin embargo, el mundo exterior a veces es cruel porque, si bien muchos me cuidan y me miman, también se aprovechan de mi vulnerabilidad. A veces, la gente es mala, la gente opina: “Mirá que rápido que salió, mira cómo se arregla, cómo sonríe, cómo se viste” pero ese sólo mi mundo exterior y en mi interior siento otra cosa. Son explicaciones que tengo que dar por ser pública. Tengo que explicar por qué vuelvo a sonreír. En redes, el comentario termina siendo “a Ana se la ve bien, Ana está bárbara, no se la nota triste por su gran falta” y obviamente estoy triste y sufriendo pero en lo laboral no bajé el nivel de trabajo, me sigo ocupando de todo.
-Frente a determinadas noticia maliciosas hacia tu persona, Yanina Latorre las difunde en sus redes. ¿Ustedes no eran amigas?
-Éramos muy amigas. Ella de mí y yo de ella. Ella no era solo amiga de mi marido como ella dice. Éramos muy amigas, tengo mensajes de ella tan amorosos, tan cariñosos, luego de haber pasado el día del amigo juntas, me mandaba cartitas pero si ella está contenta pensando que era amiga de mi marido y no mía, allá ella. A mí me duele la traición, no la entiendo. Ella cree que diciéndome “abogada panelistas” a mí me ofende y la verdad que no me ofende porque todos los abogados son panelistas. No sé qué es lo que quiere hacer conmigo pero hay un dicho que dice que lo que hace habla más de ella que de mí. Me molesta la traición, si vos sos amigo de alguien y tenés algún tema personal lo resuelves en privado. Pero no tengo ganas de dedicarle más minutos a Yanina en esta nota.
-¿Cómo la describirías a Wanda Nara?
-Primero como una amiga desde hace muchísimos años y es una mina espectacular tiene unos códigos muy positivos. Ella siempre está ahí cuidándome y atendiéndome si necesito algo. Es una persona muy cálida que siempre está. Muchas clientas están siempre que las necesito. Pampita también. Y me di cuenta de cuanta gente me quiere cuando viví la pérdida de Marcelo. Hoy, lo importante para mí, es seguir con mi trabajo con mi profesión, con el cariño de la gente y no defraudar a nadie para no defraudarse a uno mismo.
Leé también
Temas
Lo más
leído